Semblanza de nuestros compañeros víctimas del Terrorismo de Estado

María Cristina Mazzuchelli era la menor de seis hermanos. En la familia la llamaban 'Poupée' ('muñeca' en francés), ya que su belleza daba que hablar. La militancia, en cambio le daría el tanguero apelativo de 'Soledad, la de Barracas', por la zona donde realizaba su trabajo barrial. Estudió arquitectura y música. Trabajó en PAMI como tabuladora del área de Control de Información. La persecución política la hizo pedir licencia sin goce de haberes y mudarse a Córdoba. El 26 de setiembre de 1976, junto a otros militantes, resiste un operativo militar en el Barrio General Bustos, en el que pierde la vida. La casa es incendiada y su cuerpo sólo es reconocido por la dentadura y la cicatriz de la cesárea. Cristina había alcanzado a esconder a su hija de casi dos años en un ropero. La niña es rescatada, llevada por unas horas al Centro Clandestino de Detención de La Perla y luego devuelta a su familia paterna.

A Augusto María Conte MacDonell le decían 'Africano', por el pelo mota. Egresó del Colegio Nacional Buenos Aires y luego llegó hasta tercer año de Economía. Era el mayor de 5 hermanos y su temprana vocación por la justicia social lo llevó a la militancia. Formó parte del Ateneo Evita, de Amenábar y Blanco Encalada, y desarrolló trabajo territorial en la villa del Bajo Belgrano. Su mamá, Laura Conte, lo recuerda pagando de su sueldo camisetas de friza para los viejitos que conocía en PAMI. 'Tenía muy fuerte esa idea de que los otros eran más importantes que él', dice Laura. Desaparece el 7 de julio de 1976, mientras realizaba el servicio militar obligatorio en la base de Punta Indio. Recién cumplía 21 años.

Hugo Oscar Lescano era oriundo de Mar del Plata, le llamaban 'Cabezón', y se desempeñaba en la División Reintegros de la entonces Delegación Regional La Plata de este Instituto. El 18 de noviembre de 1976, fuerzas militares rodean su chalecito en el Barrio Los Hornos y lo intiman a entregarse. Pero antes de hacerlo es asesinado junto a su mujer, Ana María Quinteros. Tenían 26 y 21, y un hijo de 1 año, que sobrevivió.

Pablo del Rivero tenía 24 años al ser asesinado por un comando de la parapolicial CNU (Concentración Nacional Universitaria) en el Bosque de La Plata, cuando circulaba en moto con sus amigos Mario Cédola y Gustavo Rivas el 8 de julio de 1975. Llevaba sólo 15 días trabajando en PAMI, estudiaba arquitectura, militaba en la Juventud Universitaria Peronista y había jugado en La Plata Rugby Club, al que la represión dejó sin casi veinte deportistas, entre desaparecidos y asesinados.

Adriana Spaccavento hizo el secundario en el Liceo 9 de Belgrano, y revistó en nuestro Instituto entre 1972 y 1974 como inscriptora en el sector de Afiliaciones. Desapareció el 4 de Noviembre de 1977, un día antes de cumplir 25 años. Militante desde muy joven, su familia la reivindica como 'un estandarte de luz contra todas las formas de opresión e injusticia'. Su mamá Celia, ya fallecida, es una recordada Madre de Plaza de Mayo.

Mirta Adriana Bai Quesada se incorporó a la política desde muy joven, y prestó servicios en el Instituto durante algún tiempo. El 12 de mayo del 78, 'fuerzas de seguridad' se la llevaron junto a su esposo y su hijo de 2 años y medio, además de saquear el domicilio. El chiquito fue dejado en un juzgado, sin identificación, y luego de reconocer en la televisión a su tía, la popular actriz Menchu Quesada, fue devuelto a su familia. De Mirta Adriana y su compañero no se supo nada más.

Oscar Guillermo Engel, de 26 años, se desempeñaba como contador de PAMI desde pocos días antes del golpe del 24 de marzo. Fue secuestrado en la vía pública el 9 de diciembre de 1976 a las 7.45 de la mañana, en Ituzaingó, provincia de Buenos Aires.

A Carlos Marcelo Ventura le faltaba muy poco para terminar Medicina. Trabajaba en el área de prestaciones médicas de PAMI La Plata, donde también lo hacía su mujer, Gladis. El 29 de setiembre de 1976, un comando de militares encapuchados irrumpen en la sede del Instituto, encañonando a todo el personal. Los Ventura figuraban en una lista de buscados y ese día salvaron el pellejo de casualidad. Ya no volverían a su lugar de trabajo. Dejan su hogar y se refugian en casas amigas. En una carta que Carlos envía a seres queridos retrata el irrespirable verano del '77. Dice: "Lo que ayer nomás nos parecía dramático (abandonar la familia, la casa, el estudio, el trabajo), hoy nos parece tan pequeño. Tantos compañeros se han ido físicamente que se nos hace más duro todavía. Como decía una amiga hace unos días: es como si nos fuéramos quedando sin pasado. Todos con quienes hemos compartido algo, hace cinco, siete o diez años, ya no están con nosotros. Quizá sea su ejemplo lo que nos da fuerzas para continuar." Carlos Ventura es finalmente secuestrado en Buenos Aires, el 28 de marzo. Tenía 27 años y dos hijos, uno de 18 meses y otro de 40 días. Gladis Cardacci de Ventura volvió a prestar servicios a PAMI bajo la presidencia de Néstor Kirchner.

La lista está incompleta. Los datos no devuelven vidas. Años de impunidad han hecho mella en muchas memorias, y los fríos legajos son mezquinos en vivencias humanas. Pero también es probable que más nombres y más retazos de vidas sean recuperados de aquí en más. Es probable que hoy se haya dado desde el Instituto una primera batalla contra el olvido de nuestros compañeros y compañeras que pagaron con su vida sus sueños de libertad y justicia social.


Presentes, ahora y siempre.

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